ENTENDIENDO LA POBREZA

Imagine que tiene un lago frente a su casa y que una mañana sale y se encuentra con un pez muerto flotando panza arriba. Si eso ocurre, lo lógico es analizar el pez. ¿Qué le ocurre? Imagina que el pez es una persona que vive en la pobreza. Nos preguntaríamos: ¿Ha trabajado lo suficiente? ¿Es incapaz de encontrar trabajo?

Pero si llegas a ese mismo lago y la mitad de los peces flotan panza arriba muertos, ¿qué debes hacer? Esta vez tienes que analizar el lago. Imagina que el lago es nuestro sistema económico y que la mitad de la gente tiene problemas. Esta vez nos preguntaríamos: ¿Podría ser el propio sistema el causante de unos resultados tan constantes e inaceptables para las personas que viven en la pobreza? Si es así, ¿cómo?

Ahora... ¡imagínate cinco lagos alrededor de tu casa, y en todos y cada uno de ellos la mitad de los peces están flotando panza arriba muertos! ¿Qué hay que hacer? Nosotros decimos que es hora de analizar las aguas subterráneas. ¿Cómo ha llegado el agua de todos estos lagos a la misma contaminación? A primera vista, los lagos no parecen estar conectados, pero es posible -incluso probable- que lo estén. De hecho, más del 95% del agua dulce del planeta no está en la superficie, donde podemos verla, sino bajo la superficie, en las aguas subterráneas.

Esta vez podemos imaginar que la mitad de la población de una región determinada vive en la pobreza, la mitad padece problemas de salud, la otra mitad obtiene malos resultados en el sistema de justicia penal, la otra mitad tiene dificultades para entrar y salir del sistema de asistencia social, ¡y a menudo se trata de las mismas personas en cada sistema!

Utilizando un enfoque de "aguas subterráneas", uno podría empezar a plantearse estas preguntas: ¿Por qué los educadores están creando la misma desigualdad racial que los médicos, los policías y los trabajadores sociales? ¿Cómo pueden estar conectados nuestros sistemas? Y, lo que es más importante, ¿cómo utilizamos nuestras posiciones en un sistema para influir en un acuerdo racial estructural que podría ser más profundo que cualquier sistema individual? Arreglar los peces" o limpiar un lago cada vez no funcionará: lo único que haríamos sería devolver los peces "arreglados" a las aguas tóxicas o filtrar un lago que se vuelve a contaminar rápidamente por las aguas subterráneas tóxicas.

Nuestra metáfora de las aguas subterráneas está diseñada para ayudar a la gente a interiorizar la realidad de que vivimos en una sociedad estructurada racialmente, y que eso es lo que causa la desigualdad racial. La metáfora se basa en tres observaciones: la desigualdad racial tiene el mismo aspecto en todos los sistemas, la diferencia socioeconómica no explica la desigualdad racial y las desigualdades están causadas por los sistemas, independientemente de la cultura o el comportamiento de las personas. Asumir estas verdades obliga a los líderes a enfrentarse a la realidad de que todos nuestros sistemas, instituciones y resultados emanan de la jerarquía racial sobre la que se construyó Estados Unidos. En otras palabras, tenemos un problema de "aguas subterráneas" y necesitamos soluciones de "aguas subterráneas".